Foto: difusión
Una batería demoledora, una voz cercana a la de satán, guitarras estruendosas como los truenos, y un bajo que parece un machete. Son los ingredientes no tan secretos para hacer una música con temáticas de mutilamiento, torturas, muerte, violación y extrema violencia.
La mayoría de la música fue compuesto por el gran Chris Barnes, quien es poseedor de una capacidad vocal tremenda pionera del death metal americano.
Se deslindaron de lo que quedaba del thrash en su sonido, es el punto en donde la banda decide esta dirección musical y tiene como abanderado a "Vomit the Soul" en donde una voz inhumana se hace presente.
Por otro lado, está la canción homónima del disco en donde si la escuchamos detenidamente y a todo volumen, nos mete a un mundo de desolación, tortura y miedo.
La batería de Paul Mazurkiewicz es muy deslumbrante en este álbum, en Rancid Amputation a cada golpe de tarola, charles o doble pedal, parece que están desmembrando a una pobre víctima.
Las guitarras de Jack Owen y Bob Rusay se pueden apreciar muy bien en Inaards Decay, canción que lo lideran ellos con bastante brutalidad y cambios abruptos de ritmos.
Además, Alex Webster hace de las suyas en la canción que abre el disco, Meathook Sodomy, que es una buena abridora e incita a escuchar todo lo que resta de esta producción.
Controversial o no, la portada de 'Butchered at birth0 representa la ideología y el concepto que crea Cannibal Corpse. Además, no es algo de todos los días, pero en realidad si existen entre nosotros personas sin alma, quienes son autores de muchas de las cosas que la banda afirma ser solo ficción.
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Reseña: Cannibal Corpse - Butchered at birth (1991)
Reviewed by creativosnativos
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julio 01, 2017
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