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Crónica SGL meets Solid Rock 2018: Más sólido y más ruidoso que nunca


Con dos ediciones que llenaron el gusto de muchos fans a lo largo de Chile, Santiago Gets Louder esta vez se unió con Solid Rock Festival para dar paso a un evento colmado de puntos altos, una comunión como pocas dentro del Movistar Arena con un recinto agotadísimo. El Sold Out esta vez, indicaba que la fiesta sería tremenda desde un inicio.



 Con un cartel de seis bandas entre nacionales y extranjeras y cada una con una puntualidad más que destacable, se dio el paso a la primera de muchas explosiones de la jornada con Temple Agents en el Monster Stage. La agrupación capitaneada por Ale Solar que ya lleva casi 10 años de carrera interpretó temas como 'Red Demons' y 'Can't Do It Alone', los cuales lograron llamar la atención de centenares de gente que venía recién llegando al Arena. Solar, además de agradecer a los presentes, dijo que para la banda, era un orgullo tocar junto a Alice in Chains, ya que era una de sus más grandes influencias. Así, con 'Find The Place', terminan su presentación con la que esperemos sigan creciendo como lo merecen.

En el escenario principal, el Banco de Chile Stage, era el tiempo de los clásicos con Black Star Riders, banda que mantiene vivo el legado de Thin Lizzy con Scott Gorham como máximo estandarte. Fueron cincuenta minutos para no muchas personas dentro del recinto, ya que varios estaban fuera aprovechando las distintas actividades que ofrecía esta versión del SGL, pero eso no fue impedimento para recibir con mucho calor cada nota que fluía por el PA. El show comienza con
 'All Hell Breaks Loose', con la cual el 
carismático

Ricky 'The Almighty' Warwick ya se gana al público debido a cómo se mueve en el escenario. También hubo clásicos de Thin Lizzy, como 'Jailbreak' y la inmortal 'The Boys Are Back in Town', que provocaron cálidos aplausos. Con un sonido apabullante durante toda su presentación, la banda se despide con 'Bound For Glory', demostrando que no hay mucha nostalgia dentro de su sonido y que cada canción es un mazazo, en un club o en un arena gigante como esta. Gran debut en suelo chileno para BSR.





Turno para unos experimentados Recrucide en el stage al aire libre. Una de las bandas con más renombre el último tiempo, puesto que desde el lanzamiento de ''The Cycle'', cada vez son más recurrentes en el circuito y Rodrigo Zepeda, el líder de esta agrupación nacional, ordena al público a formar un mosh y es obedecido de gran manera. Punto a destacar de sobremanera es el tributo que realizan a Los Jaivas con una versión Death Metal del 'Mambo de Machaguay', tema que sorprendió y alegró a los presentes que abarrotaron la multicancha donde se arma este escenario. Media hora más que suficiente que fue cerrada con 'Ritual', con una presentación agradecida por banda y público debido a la calidez y, sobretodo, por la comunión que se formó.



Criminal es la tercera y última banda en subir al Banco de Chile Stage y lo hace directo, sin pausas ni compasión desde el minuto cero con 'Collide', que comienza a armar mosh enseguida. Anton Reisenegger, vocalista y líder de la banda, agradece al respetable y también al festival por haberlos invitado y poder compartir cartel con Judas Priest. Al comenzar a hablar sobre los headliners, dice que sólo conoce a una persona más fanática de Rob Halford y compañía que él y ese es Juan Francisco Cueto, bajista de los inicios de la banda y quien es invitado a tocar 'Slave Master' junto a Criminal. Fueron 45 minutos en los que demostraron ser un balazo al cráneo, con temas como 'Hijos de La Miseria', 'Driven' y 'Rise and Fall', que fueron las encargadas de llenar  la cancha hasta los accesos de la platea baja sur del Movistar Arena, cerrando de gran manera el escenario menor del festival.



Y luego todo se vino abajo con el regreso al país de Alice in Chains luego de cinco años sin pisar suelo nacional. Jerry Cantrell, Mike Inez, Sean Kinney y William DuVall iniciaron con un volumen ensordecedor a hacer saltar a las más de 14 mil personas reunidas en el recinto de Parque O'Higgins al abrir con 'Check My Brain', tema coreado por todas las almas que ya se encontraban a los pies de Alicia Encadenada. El sonido rozó la perfección y junto a los juegos de luces coronaron una gran celebración con 18 canciones elegidas con pinzas. Con muy pocas pausas para saludar a la fanaticada, el cuarteto ícono de los 90 y del Grunge se lució con temas del tamaño de 'Them Bones', 'Heaven Beside You' y 'Hollow' en la primera mitad de su performance, lo que mantuvo al público encendido y también demostró de muy buena forma que sabe hacer su trabajo sobre el estrado.


Es increíble lo bien que canta DuVall cada corte que la banda toca, al mismo tiempo que se nota una conexión casi familiar entre cada persona presente y los músicos sobre el escenario. 'Down in A Hole', 'Man in The Box', 'Angry Chair' y también la nueva 'The One You Know' convirtieron el Arena en una caldera ardiente llena de deseos fulgurantes,
quizás todos un poco melancólicos y enrabiados gracias a las emociones que provocaba cada riff de Jerry Cantrell. El cierre llegó con 'Would?' y 'Rooster', para un concierto que pasó tan rápido como la espera de un lustro para volver a reencontrarse con una leyenda que revivió de la mano de un vocalista como el actual. No por nada ''Rainier Fog'' pinta para ser uno de los mejores álbumes del año y vaya forma en que está Alice in Chains hoy en día. Quizás, la pantalla haya fallado en los primeros tres o cuatro temas, pero es un detalle tan olvidable conforme a lo bien que se siente escuchar y ver en vivo a una banda que lo da todo en el escenario con la misma fórmula que se hicieron conocidos a través del mundo. Esperemos no se demoren otros cinco años en volver.



Una hora de descanso escuchando clásicos de Def Leppard, AC/DC y Metallica para llegar a lo que sería el broche de oro de esta tercera edición del Santiago Gets Louder. Antes de comenzar a escribir sobre Judas Priest, cabe destacar algunos puntos:
-La puntualidad de cada una de las actividades que englobaron este festival. 
-La organización funcionó muy bien, a tal punto que a veces no parecía un evento en Chile. Lamentablemente, todos estamos acostumbrados a que las cosas no salgan como se planean.
-La hermandad entre los fans. Es sabido que el público rockero-metalero siempre se ha visto como una gran familia. En SGL meets Solid Rock no hubo excepción, convirtiéndolo también en un evento que funcionó para grandes y chicos. Ojalá este ejemplo se replique en cada evento de largo tiraje que aplique para el género. 



Siendo las 21:40 y con 'War Pigs' de Black Sabbath anunciando el caos que se viene, se apagan las luces del Movistar Arena por última vez. En esta oportunidad, es para recibir por cuarta vez en una década a los Dioses del Metal, Judas Priest. El telón se cae y suena 'Firepower', tema título de su último álbum de estudio con una potencia apabullante y un Richie Faulkner cada vez más protagonista, sobretodo después de la salida de las giras de Glenn Tipton a causa de Parkinson. El rubio guitarrista de 38 años es todo lo que una banda como Judas necesita para tener una especie de segundo aire con el protagonismo que muestra recorriendo el escenario y haciendo partícipe a cada uno de los miles mirando desde cualquier parte del recinto. 'Grinder', 'Sinner' y 'The Ripper', oleada de clásicos que ya se los querría cualquier banda de Heavy Metal para encender de esa manera al público, con cada miembro del quinteto entregado a su labor. 
Para Rob Halford, eso sí, no basta con un párrafo aparte. El 'Metal God' por excelencia se siente tan cómodo sobre un escenario cantando esas notas tan agudas donde a veces no se notan las más de 4 décadas que lleva dictando cátedra en el género. Halford sigue siendo una máquina, quien no necesita bajar tonos o tempos a los cortes más Heavy y continua deleitando a todos sus discípulos con la misma energía de todos los tiempos. Es cosa de escuchar como sigue ejecutando 'Freewheel Burning' o 'Hell Bent For Leather', clásicos que no muchos se esperaban en esta noche y aún así, se gozaron como nunca, con Rob sentado en la motocicleta sobre el Stage.
El show principal de SGL se pasó volando, con un Ian Hill siempre un poco más atrás que el resto pero haciendo su trabajo como nadie más lo hace. Para qué analizar a Scott Travis, si pareciera que en cada oportunidad que viene, está tocando más fuerte que  la vez anterior. Por su parte, Andy Sneap hace un gran papel en la guitarra, obviamente sin querer brillar mucho, pero haciendo el juego tan típico de Judas con las 'Twin Guitars' y las coreografías junto a Halford y Faulkner. El concierto de Priest pareció realizado a una velocidad indescifrable, a tal punto que muchos pedían 'One more song' cuando ya habían pasado 'Painkiller', 'Electric Eye', 'Breaking the Law' y 'Living After Midnight'. Casi dos horas finalizadas con una lluvia de uñetas y un mensaje en la pantalla gigante que rezaba ''The Priest Will Be Back''. Desde ya, esperamos cuando se anuncie ese retorno en grande.

Tal como comenzó, terminó. Lleno de puntos altos, momentos gratos durante más de 8 horas de música extrema coronados con un concierto buenísimo de una banda histórica del Heavy Metal como lo conocemos. El festival Santiago Gets Louder se está transformando en una bonita tradición del mes de octubre donde 'El Domo' se vuelve cada vez más intenso, lleno de postales para el recuerdo y memorias hasta la tumba. Más sólido y más ruidoso, el sold out presente sólo vino a remarcar que eso es el mejor fruto para un evento que se nota bien organizado desde que llevas un segundo inmerso en la experiencia SGL. ¿Cuándo se confirma la fecha del próximo año? 

Samuel Víctor Acevedo

Fotografías créditos a Rodrigo Navarro y Carlos Muller.






Crónica SGL meets Solid Rock 2018: Más sólido y más ruidoso que nunca Crónica SGL meets Solid Rock 2018: Más sólido y más ruidoso que nunca Reviewed by creativosnativos on noviembre 03, 2018 Rating: 5
     
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