Death: un mensaje aparece en redes sociales para conmemorar la partida de Chuck Schuldiner

Hoy se cumplen 17 años de la partida de Chuck Schuldiner, la mente maestra detrás de una de las bandas más influyentes y extremas del género: Death. 

Chuck Schuldiner

Mediante la página de Facebook de Death y demás redes sociales, se ha compartido un mensaje junto a un fanart del rostro Chuck Schuldiner. La imagen está acompañada de un texto que contiene gran parte del sermón 'La muerte no es nada' de Henry Scott Holland. 

Schuldiner, nombrado el "padre del death metal", a pesar que ya no se encuentra entre nosotros sigue siendo un referente de este género musical gracias al gran legado musical que dejó plasmado en 7 diferentes álbumes.

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Chuck Schuldiner ha sido parte importante de la evolución del metal debido a esas grandes melodias combinadas con monstruosos riffs que iban acompañados de guturales rabiosos y voraces. Además, no podemos olvidar el giro que dio Schuldiner a uno de los géneros musicales más extremos, cambiando las letras sobre tripas y sangre por poesía que habla sobre la vida y los problemas cotidianos. 

"La muerte no es nada, simplemente me he deslizado a la siguiente habitación. Yo soy yo y tu eres tú. Lo que fuimos el uno del otro aún lo somos. Llámame por mi viejo nombre familiar, háblame como siempre lo hiciste. No imprimas diferencia en tu tono, ni impongas un aire de solemneidad o pena. Ríe como siempre reíamos de las bromas que disfrutabamos juntos. Juega, sonríe, piensa en mí, reza por mí. Deja que mi nombre suene, como la palabra familiar que siempre fue. Pronunciala sin esfuerzo, sin sombra alguna de pena en ella. La vida significa lo que siempre ha significado, es la misma que siempre ha sido, existe una continuidad inquebrantable. Estoy esperando por ti, por un tiempo, en algún lugar muy cercano... justo a la vuelta de la esquina, un breve momento y será igual otra vez. Todo estará bien".

Henry Scott Holland (27 enero 1847 - 17 marzo 1918) fue profesor de la Universidad de Oxford y canónico de la Catedral de San Pablo de Londres. Esta palabras que para algunos pueden ser reconfortantes ante la muerte de un ser querido,  forman parte de un histórico sermón  que pronunció en  mayo 1910 tras la muerte del rey Eduardo VII,  en el que explora las respuestas naturales, pero aparentemente contradictorias a la muerte: el miedo a lo inexplicable y la creencia en la continuidad. Al día de hoy se sigue repitiendo muy frecuentemente en los funerales británicos.